8 No es una orden; sólo quiero, mediante el interés por los demás,
probar la sinceridad de vuestra caridad.
9 Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual,
siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su
pobreza.
10 Os doy un consejo sobre el particular: que es lo que os conviene a
vosotros, ya que desde el año pasado habéis sido los primeros no sólo en
hacer la colecta, sino también en tomar la iniciativa.
11 Ahora llevadla también a cabo, de forma que a vuestra prontitud en
la iniciativa corresponda la realización conforme a vuestras posibilidades.
12 Pues si hay prontitud de voluntad es bien acogida con lo que se
tenga, y no importa si nada se tiene.